La chica simplemente no pudo contenerse se lanzo a sus brazos, lo extrañaba tanto, aun lo seguía amando como la primera vez, duraron algunos minutos abrazados y el ojiazul le correspondió, al separarse la chica vio el rostro de el extrañado & eso le preocupo.
- ¿no me recuerdas? Soy Ashley, tu… tu – un pequeño golpe le pego en el pecho ¿Qué le iba a decir a su hijo? A su hermano, a su cuñada y por si fuera poco ¿Cómo reaccionaria su prometido? No podía lastimarlo, pero también se preguntaba ¿realmente era su esposo? El hombre no tenia idea quien era ella, pero ese era su nombre, Zac. Posiblemente ella estaba equivocada, se sentía vulnerable no lo soportaba, entonces decidió alejarse, correr y no ser encontrada, pero esta vez, el no la siguió, se quedo parado observándola “es mejor así” pensó la rubia nuevamente con lagrimas en sus ojos y tomo camino hacia su casa.
- ¿Molly donde esta mi hijo? – pregunto la rubia nerviosa, y la señora señalo con el dedo la habitación del pequeño
- ¿Jordan? – dijo Ashley buscando a su hijo con la mirada, y lo encontró sonriendo mientras jugaba con sus juguetes - hola cariño – se acerco a el y le dio un beso en la mejilla
- Hola mami – saludo el pequeño alegre - ¿Por qué te tardaste tanto?
- Lo lamento, no volverá a pasar cariño tuve algunos problemas ¿me perdonas? – la rubia hizo una mueca graciosa provocando que su hijo sonriera y despues lo abrazo
- Si mami te perdono – dijo finalmente el ojiazul y la joven salia con una sonrisa para después entrar a su propia habitación y llorar desesperadamente a espaldas de su pequeño hijo.
La mañana siguiente se encontraba hermosa. El sol se asomaba con todo su esplendor por el horizonte, los pájaros cantaban, los niños jugaban, simplemente era un día para ser feliz. A acepción de una rubia que paso la peor noche de su vida, llorando, recordando, deseando que todo fuese un sueño del que algún día ella iba a despertar, todo el tiempo pensaba en ese joven de cabello alborotado y ojos azules, que fue y es el amor de su vida, la chica no tenia ánimos de trabajar y le pidió a una de las empleadas si podía llevar a su hijo a la escuela, después de una hora de aceptar que no podía contra eso, se vistió y fue con camino al trabajo.
Llego a su oficina sin ganas, se sentó y empezó a revisar archivos y papeleos que ya se había hecho su rutina diaria. Tocaron la puerta y ella con un ligero “pase” dejo entrar a su prometido que llegaba hacia ella para darle un beso.
- Ashley – dijo el rubio acercándose a ella – sobre lo de la junta de la tarde anterior se arreglado todo y las empresas lograron negociar
- Que bien Jesse – dijo fría, al parece no le había dado mucha importancia a pesar de que fue lo que soñó desde hace meses, Jesse noto eso y cambio su expresión a una preocupada
- Cariño ¿te sientes bien?, te eh notado ausente estos días
- No es nada es solo que… estoy bien – dijo al fin, no tenia ánimos de nada, solo se quería ir, que se la tragara la tierra para estar en paz
- Creo que es por la boda, yo también lo estoy amor –sonrío – solo faltan 4 meses – La rubia nuevamente se preocupo, se había olvidado de la boda, no había pensado en eso con todo lo que había estado trabajando para la junta, Jesse se acerco coqueto a ella y empezó a besarla apasionadamente “ tengo que olvidarte Zac, tengo que hacerlo” pensaba una y otra vez mientras lo besaba
- Hmp – un leve gruñido sobre salto a los jóvenes encontrándose con la cara de un serio ojiazul ¿enfadado?